2 de julio de 2010

sed de amor

El pelo castaño desordenado, sobre los ojos color café, su aspecto de ejecutivo organizado siempre con la blackberry en la mano, su traje azul y una corbata siemprea juego, muchas de ellas no las había elegido él...andando con pasos cortos pero seguros.Así recordaba Su a Alvaro cada vez que recorría el largo pasillo que la llevaba a su despacho, hoy le presentarían a su nuevo jefe, había sido difícil en la oficina encajar la muerte de Alvaro y buscarle un sustituto, la cita era a las 9 de la mañana y realmente estaba impaciente, había decidido acudir tranquila y quizás esa sería una buena razón para guardar a Alvaro de una vez ebn un rincón de su cabeza y no sacarlo más. Mantenerse ocupada había contribuido a pensar menos en Fran, sin embargo, cada vez que lo hacía se ponía a llorar.
Las historias siempre vienen bien...
Yo tenía una amiga, bruja, vieja, amiga mia, que vivía en una casona vieja y oscura, vivía sola nunca salía y se alimentaba de lo que algunas mujeres del pueblo como yo, le hacíamos llegar a su casa dejándolo en su porche o en el alféizer de su ventana. Nunca le pregunté porque se encerró, ella se despidió un día de mi y me dijo que la soledad iba a ser su compañera y yo nunca pensé que se retiraría de la vida así. Los extranjeros que llegaban al pueblo, pues este era un pueblo con mucha historia, intrigados por el aspecto de aquella casa légubre y abandonada, se aceracban curiosos y algunos entraban. Los que lograron salir de allí decribían a una mujer frágil y envejecida por los años, que solo llegaba a decir..tengo sed...tengo sed... Algunos caminantes le direron de beber y nunca salieron de alli, más aquellos que no lo hicieron son los que hoy cuentan la historia de la vieja en la casona, de aquella bruja, vieja amiga mia.

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