27 de julio de 2010

Pena

Las calles, el ruido, la gente que va de un sitio a otro con prisas, caminando sin ver más, cada uno pensando en su vida, mirándose hacia dentro, cuantas vidas, cuantos pensamientos; los pasos al descender por las escaleras la hicieron despertar y el sonido del tren abriendo sus puertas, todos aceleran el paso, algunos corren y una vez dentro otra vez, su mundo, sus pensamientos, cada uno en su propia historia.
Su imaginó a Fran y lo que había supuesto el destino, no podía creer aún que todo ya estaba planeado y nada había sido casualidad, pensó que había hecho muy bien su trabajo , pero aún le dolían sus palabras, sus abrazos y cada minuto que pasó a su lado lleno de una realidad paralela, cada uno en su verdad, cada uno con sus vidas, con sus pensamientos, como la gente del metro...quizás alguno de esos pensamientos era verdad, pensó para consolarse.
Bajó del tren y se fué a casa, necesitaba leer con tranquilidad una a una las páginas que había encontrado por la mañana, tenía la esperanza de encontrar algo dentro de ellas desde la mirada de su soledad.
Ya sentada en el sofá con el portátil encima y un café doble sobre la mesilla, se dió cuenta de estar cerca de todo, si era a ella a quien Alvaro había inspeccionado, debía haber tenido un motivo, miró las páginas por si encontraba algo que la relacionara con ella, por si en alguna de esas páginas existiera alguna coincidencia. Cuando ya casi terminaba de verlas consiguió enlazarlas..allí estaba.........en casi todas hablaban de niños desaparecidos. desapariciones entre los años 80 y 85, para entonces ella tenía 4 años....
Se dejó caer, los recuerdos la invadían........ el olor a rosas y jazmines ya estaba cerca, el patio de su casa, las macetas que con esmero cuidaba su abuela y que Su siempre le ayudó a regar, el olor a tierra mojada, esos recuerdos, esas imágenes que flotaban en su cabeza, la llevaron a su niñez. Entonces recordó a su abuela y todas las atenciones que le daba cada día, ella siempre estaba a su lado, haciéndole un vestido, un lazo, leyendole cuentos que ella sabía bien que no eran de los libros, cogiendo su mano envejecida por los años pero sin embargo cálida y llena de vida, con ella iba dando largos paseos y buscaban a su madre al trabajo o merendaban juntas en la plaza.....su padre murió siendo ella muy pequeña y su madre siempre estaba triste, solo tenía fuerzas para ella, para su pequeña princesa y para decirle lo mucho que la quería día tras día.....la pena nunca se borró de esos ojos, su abuela le decía que lo entendería cuando se haga mayor....pero Su aun no lo entendía.

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