17 de agosto de 2010

correo

Ella esperaba impaciente un jueves como otros, uno de los que no olvidaría, entonces Su entró despacio, la luz que traspasaba los cristales parecía que también traspasaba su piel, su cabello, su mirada, solo verla así para ella ya era suficiente.
-Su..........la abuela suspiró profundamente como quien dice un nombre por última vez.
-Hola, creias que ya no volvería? siempre estas pensando en los mismo. La besó en la frente y puso el té.
Empezó por contarle paso a paso el viaje, el encuentro con los padres de Alvaro, las noticias del apartado de correos, el encuentro con el gabinete y todo pero la conclusión final era nada, no había nada que contar y estaba triste intentando disimular lo mejor que sabía.
- Me ha llegado esto por correo ayer, es de Fran....... es para ti.
- Abuela, creo que lo último que necesito ahora es.........
- Abrelo niña, por lo menos así veo que es, no me dejes con la curiosidad que ya soy mayor para eso.
- Bueno...
Y mientras abría el sobre cada vez entendía menos todo aquello., su sonrisa forzada cada vez iba siendo un esbozo de tristeza y sorpresa. Un documento con datos de Alvaro, su enfemedad era realmente leve y controlable, tenía periodos de ingreso en una clínica para medicarse pero pasaba largos periodos haciendo una vida normal. Habían datos de clínicas donde había estado los tres últimos años, cada una en un país distinto. Otro documento con la información de la desaparición de su hermana y las coincidencias con ella, todo era mas o menos igual a lo que ella sabía pero había un detalle importante, fotos, un archivo de fotos de su hermana, parecía pelirroja en algunas fotos y era porque el sol se reflejaba en sus cabellos, luego aparecia, algo mas castaña y su rostro era familiar, unos años más tarde...no había duda era ella, era Ana.
Su aún no salía de su asombro, y no podía decir nada, todo encajaba perfectamente, porque nadie le dijo a Ana la verdad?o es que...
- Espera abuela, espera tengo que hacer unas llamadas.
- No, no te apresures niña, tomate el té tranquilizate.
- No puedo, tengo en mis manos la verdad de todo esto, ahora todo encaja, ellos nunca me quisieron decir la verdad, era más facil que yo me creyera que era la hermana pequeña de Alvaro, que lo dejara en paz y Ana y sus padres lo recuperarian, como he podido ser tan ilusa.........como me ha pasado esto abuela?
Las lágrimas ya no podían sujetarse en los ojos tristes de Su, se abrazó a la abuela y lloró, lloró mucho pero sintió que por fin todo había terminado.
La abuela secó sus lágrimas, ella también sabía porque Fran no le había dado eso hasta ahora, la esperanza de volver a verla y abrazar la vida junto a ella, esa esperanza era guardar toda esa información, pero no pudo...a veces el amor duele mucho.
El bip del teléfono dentro del bolso de Su esta vez no se oyó, ellas preferían seguir en un abrazo que ambas necesitaban.
Hola, soy Fran. Ya tienes lo que necesitabas espero  te haya ayudado. Por todo lo que no te dije es mejor que ahora no diga más. Un abrazo.

- Me voy abuela, me voy a casa a recoger algunas cosas, estaré fuera pero cuando vuelva vendré a verte. Cuida de tus geranios que me gustan como estan siempre. Gracias por todo esto.
- Qué vas hacer? no vas a buscarlo?
- Alvaro?.
Una ligera esperanza de verlo estaba en su pequeño corazón pero la respuesta no se hizo esperar.
- No abuela, es mejor así.

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