9 de agosto de 2010

historia

Aquellos tiempos en que Alejandro y yo éramos jóvenes siempre pensamos en tener una casa rodeada de niños, los años pasaron y no fué así, nos costó muchísimo y en los tiempos de los que hablo entonces, conseguir que después de mucho esfuerzo y varios tratamientos e intentos naciera Alvaro, era la luz de nuestras vidas y la alegría de ver nuestros sueños transformados en una ilusión al ver cada uno de sus progresos según iba pasando el tiempo y él creciendo, un niño hermoso y saludable. Tenía cuatro años, cuando un día unos vecinos le vieron jugando en el pozo, nadie supo más de él y ese día lo buscamos desesperadamente por el pueblo y los alrededores, no descansamos, estuvimos dos semanas y ya imaginais como estaba yo, solo quería recuperar a mi hijo sea como sea, verle otra vez pero los días pasaban y cada vez me iba muriendo de tristeza. Cuando ya eran tres emanas de su desaparición Alejandro se acercó un día trayendome un niño, era igual que mi hijo, le había vestido como yo solía hacer, llevaba el mismo corte de pelo y era exactamente como él moreno, alto, delgado pero ambos sabíamos que no era él, todo el pueblo creyó que ya lo habíamos encontrado y que por fin nuestra vida retomaría su curso normal y así fué. Dijimos a todo el mundo que lo encontramos en el pueblo de al lado que lo tenía una familia que había cuidado de él y no sabía que lo buscabamos hasta que vió los anuncios en la comisaria y se puso en contacto con nosostros. Yo nunca pregunté de donde había salido y me consolé con Alvaro dia y noche de saber que le tenía y que era nuestro hijo, eso fué lo que nos dió la vida y las fuerzas necesarias para continuar. Pasaron años hasta que Alejandro me contara lo que ocurrió y cuando lo hizo nuestro hijo ya estaba lejos de nossotros. Cuando cumplió 17 años, decidió ir a estudiar fuera y lo apoyamos, su vida durante esos años y el contacto con otras personaslo hizo cambiar y volvió diferente, pensamos que era parte de la vida pero Alvaro nunca volvió a ser el mismo, siempre estaba distante, siempre queria estar fuera de casa y decidió irse a vivir a Madrid. En uno de sus veranos aquí nos planteó la situación sin ningún titubeo. Nos dijo que le contaramos la verdad sobre su nacimiento, y si había tenido más hermanos. No sabemos como ni porqué de repente se planteo dudas acerca de su vida con nosotros, Alejandro y yo defendimos nuestra paternidad y le explicamos todo lo que habíamos pasado para tenerle pero no le convencimos, hasta que volvió al cabo de unos meses con una carpeta llena de papeles, partidas de nacimento, fotos y documentación suya pero con otro nombre distinto......

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