16 de agosto de 2010

cada una

El sonido de la melodía del movil la despertó, eran casi las 8 y media, al otro lado del teléfono estaba Ana.
- Si?
- Buenos días, ayer no me llamaste.Vienes ahora a la oficina o quedamos en el café de Velazquez?
- Mmm, te veo en el café, en 15 minutos?
- Ok. 
Después de una ducha rápida Su se vistió rapidamente y se fué hacia el café para contarle a Ana su decisión, ya no había nada más que hacer.
-Buenos días.Me he quedado dormida.
- No te preocupes, llevamos muchos días de ir de un lado a otro. ¿Qué tal estás?
- De eso quería hablar, lo he pensado bien y creo que lo mejor es dejar todo esto, fuí al gabinete y nada , no quieren decirme nada en absoluto, solo me han dicho que le conocian de un grupo de apoyo y asi sin más me han dejado sin nada, el teléfono movil aun no me ha contestado por lo que deduzco que ya no existe o quien sabe qué. Ana estoy cansada de todo esto, siento no poder ayudarte pero creo que debemos dejarlo y ya está.
- Su pero tenemos muchas coincidencias contigo, y si Alvaro pensó que tu eras su hermana y si realmente tuvo aquel accidente, alguien más tuvo que saber la verdad de todo esto, donde está aquella persona que puso en esta investigación.
-Si, si tienes razón pero estamos en un callejón sin salida, no hay mas datos y no hay mas verdades, entonces no tenemos nada. Además debo confesarte que Alvaro y yo si estabamos muy unidos pero él nunca te mencionó, ni me dijo nada de ti, me propuso salir con él un día sin que se considerase una cita de trabajo, para él eso es mucho, nunca se salía de su planteamiento minucioso hora a hora de citas y cosas por hacer todas organizadas, cuando me lo dijo me sorprendí mucho y no supe que decir...no le contesté...y ya ves ahora no está.
Su no se daba cuenta que las lagrimas asomaban entre sus ojos grises, ya no le importaba, todo para ella estaba perdido. Ana la miraba, ya se esperaba algo así, en realidad ni siquiera sabía porqué seguía insistiendo sobre encontrar a Alvaro. 
- Vale, yo también tengo algo que decirte Alvaro mostró por primera vez un transtorno obsesivo compulsivo cuando empezamos a salir, por eso nos distanciamos, se que era controlable por lo que él me iba contando, sus padres nunca han querido aceptarlo y se han negando a ver a medicos o psicólogos, en realidad no se como se las arregló este tiempo él me decia que estaba bien y que iba a un grupo de apoyo pero no se nada más.,de todos modos, ya nada sirve ahora. 
- Si, es mejor que dejemos todo esto, mañana me voy, espero que puedas arreglar la dcoumentación de la empresa, necesito unas vacaciones..lo entiendes verdad?.
- Porsupuesto, no te preocupes y gracias, espero seguir en contacto contigo eres una gran persona.
Y se decidieron por fin a tomar el capuccino que tenían delante y hacer planes de viaje y partida cada una a su destino cada una a un lugar diferente, cada una con sus verdades y con sus incognitas...cada una sola.

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