6 de junio de 2010

pequeñeces


Deja de llorar, el mundo no se acaba aquí, hay cosas que siempre parecen otras si las ves desde otro lugar, con otros ojos, con mirada de luna.
Esas pequeñeces que apenas si se ven, son tan efímeras, pasan casi siempre inadvertidas, como las olas cuando rompen en la soledad de la noche, la brisa del amanecer acariciando tu cara , pequeños suspiros, una flor que se abre paso en medio del campo hostil, el andar de un gorrión, un pájaro detenido para ti en medio del mundo, el sonido de un grillo que a lo lejos te anuncia quietud, el verde de las hojas del campo, las sonrisas tímidas de un niño que te dice con sus ojos aquí estoy, el roce de unas manos que te acarician, alguien diciéndote dame al mano, un abrazo sincero, la paz de la noche, el reverberar del silencio que a veces es el único que te acompaña.
Y cuando te das cuenta estás perdido, perdido en esas pequeñas cosas, en su mágica y envolvente vida…en tu soledad, en su soledad contigo….ya no llloras, tal vez dentro de poco vuelvas a llorar, pero la vida te anuncia por cualquier rincón que te necesita. Y de repente oyes, aún sumergido en tu mundo, tu llanto y tu silencio, oyes: te quiero.
Y te quieres quedar y solo piensas: quédate conmigo.

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