27 de enero de 2011

Despacio

Desaparece a veces la efervescencia de lo cotidiano, deja huellas suaves como rozando con sus dedos la vida en una caricia, suma una pérdida en el aire que se mezcla con lo violeta del ensueño de todos los momentos vividos. Su ausencia es cada vez mas rotunda , se respira, pero se respira también su calidez completamente opuesta al momento en que vivimos. Los recuerdos nos van invadiendo por momentos y la soledad se ve en la capacidad de hacerse un hueco en nuestro corazón. Parece que es más que necesario sonreir y respirar, ser y estar, pero se hace cuesta arriba, y solo una voz nos llama desde el mundo que está bajo nuestros pies, escucha.... escucha esa voz y sonrie siempre, vive, ama, sueña y deja que las palabras sean las que llenen un poquito de esa ausencia y de esa inesperada partida.

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