2 de mayo de 2011

Ser madre

No se describir si empiezo por aquí. Pequeña sensación de júbilo con la noticia y miedo, dudas si sabrás hacerlo bien. Una vorágine de, hay que...y tambienes. La sensación de que tu cuerpo cambie no tiene nada que ver con la de sentirse nueva y llena de vida.

De repente todo el mundo esta pendiente de ti y tú de ti misma y de tu cambiante vida, cuando abres los ojos solo estás sintiendo que hay otra vida dentro de ti y que te empuja a ser ,a estar ,a sonreir, a querer y a soñar. Pequeños signos y vuelcos en tu corazón te hacen saber que esta cerca un momento que no podrás olvidar. Visitas a médicos, relajación , ejercicios de preparación y una inundación de pequeños objetos y mucha ternura a tu alrededor.
Nueve meses de esperanzas y sueños hacen que tu vida sean dos, que esos meses sean tan mágicos como maravillosos, que la espera  sea un camino de ilusión y todo llega.

Rozar sus minúsculos dedos con los tuyos, su carita, su pelo, sus ojos, sentirle respirar, por fin a tu lado. Ese pequeño instante es la felicidad, incomparable y de ensueño, la felicidad de querer sin más.
Bordados de seda en rosa o en azul, lo pequeño que ahora vas a ver el mundo a tu alrededor, la idea de sentirte siempre protegida aunque no te lo esperes y el mundo en blanco y negro desde tus ojos apenas abiertos  a la realidad, al nosotros, a tu abanico de sentimientos..

Alli no acaba, allí empieza todo, allí aunque aún no lo sabes, la experiencia será quien te lleve y recorras un camino dulce y hermoso, un camino conducido por el amor que sientes y que es recíproco y cada vez que abras una puerta y te des con ese amor de bruces, nada podrás hacer porque la alegría te hará llorar y te hará sentir otra vez esa inmensa y breve felicidad una y otra vez. 
Acompañar y estar al lado de ese pequeño ser que va creciendo contigo es sin duda la mejor de las experiencias, aquí seguiré...... todo lo que pueda.

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