18 de mayo de 2011

Felicidad

Cuando te encontré ya no estabas, fué un día de primavera. Luego vinieron muchas más pero no supe cuando te fuiste. En cada rincón de cada habitación fuí colgando señuelos que me recordaran que existías y me quedé dormida para buscarte en mis sueños, pero tú estabas despierta.

Frágil y risueña así te recuerdo, silenciosa e inmensa así te olvido. Nada pude hacer porque al caminar parece que tú estas quieta y si te vas yo me quedo. Te espero en los frios inviernos y me dicen que apareces en verano y cuando el sofocante sol por fin parece que me deja verte, solo mi vacío me saluda cansado.

Supongo que hay una tarde que vendrás de día y una noche que tu luna no me ilumine, supongo que el viento no te dejará libre, te romperá te atrapará y aunque quieras venir a verme yo dejaré de mirar y de esperarte triste. 

Imagino que la vida sigue y  tú no te sorprendes, porque estás acostumbrada a dormir tranquila en tu remansode paz, en tu voz, en tu quietud privilegiada. Imagino que satisfecha me has abandonado y que no consigues acomodarte a mi lado, que te rompen mis dolores, mis dudas mis sombras y mis pensamientos de escarchas intocables. Imagino entonces que te has ido, imagino que no volverás a la guerra de la vida.

No voy a repetir que te echo de menos, porque sobra el encontrarse sin buscarse y verse perdido, no voy a decir que me quedo pensando y despierta soñando solo un diminuto instante, te siento conmigo.
Ya no busco, ya no espero ya no estás pero yo ya he vivido y sin embargo al no esperar te encuentro, al no soñar te despiertas conmigo, al no pararme a verte, me sigues y si quiero hablarte no estás, por eso te escribo.
No tengo verbos, adjetivos, sinónimos, ni metáforas para decirte lo que aqui digo, solo quiero que sepas que sé que existes y que aunque solo un diminuto instante estés conmigo, te agradezco no haberme quemado el corazón con tu calor y no haberme enfriado la esperanza de seguir contigo. 
Sed felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario