19 de enero de 2012

Negro

Curiosamente, puede parecer que al  sumergirte en un sueño profundo, te haga pensar que cerrar los ojos te llevará a la oscuridad más ausente del color.....nada más lejos. Tu submundo de imágenes superpuestas como en una colección de fotogramas, no te deja parar y las imágenes se suceden una a una y los recuerdos de dos en dos y las sensaciones se agolpan....y piensas dónde está la oscuridad?.

Lo negro no suele estar ausente como se piensa, no limita la imaginación, no calla, no para, por el contrario invade con su sombra, te absorbe y atrapa llevandote sin luz a ninguna parte. Pensarás que no quieres ir hacia eso tan negro, los prejuicios te hacen calcular métodos que te lleven a eso que llaman luz, rutina, a eso que todo el mundo hace y parece que todos tenemos que hacer...pero te pierdes en esa penumbra y abandonas, rompes, borras, no te encuentras y te vuelves a perder.

Asi es lo negro, la acumulación de la ausencia, la gracia de lo efímero en medio de la nada, el no hacer, el no esperar, la mezcla de tu todo con tu nada y allí dentro de él estás tú sin saber como salir, sin saber si quieres huir o dejarte arrastrar por sus ganas de envolverte. 

Entonces luchas, lloras, te crees fuerte y decidido te sabes poderoso de escapar de lo negro, de lo que según los código planteados no es lo correcto, de lo oculto, de lo prohibido, de lo oscuro. Y sales como respirando, buscando lo que supones es la paz, sales y oyes tu corazón latiendo como un huracán, con ganas de correr, sales sin ganas de volver otra vez.

Abandonas lo negro...llegas a tu mundo que crees perfecto, lleno de color y la sonrisa se dibuja en tu rostro, la vida es una y una la vez que decides que esa es tu verdad ,que eso es lo que quieres, volver a tu mundo...pero volverás...lo negro sabe esperar.

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