24 de junio de 2011

Último día

El día que termina es largo, a veces te parece que pasa rápido y fugaz, te deja sensaciones de fin, de voces que duermen y de sonidos ausentes.

El día que termina, ese día, te deja un vacío y es inevitable pensar si se volverá a llenar o simplemente será cubierto  y su sensación se queda como una huella, esperas que sea una huella en la arena, de esas que el mar borra suavemente pero no sabes si es así o quizás sea de esas que cual erosión permanece y solo se modifica con el tiempo.

El día que termina,  suele afrontarse con alegría pero sabes que en tu corazón siempre está la melancolía, la pena, la tristeza de la despedida. Ese día suele cerrar una etapa, un momento, un grupo, una misión, una situación y cerrar a veces es oscuridad, penumbra y quieres que un halo de luz o simplemente un reflejo la ilumine siempre, para que no olvides que existió.

El día que termina, entonces se torna inexpresable, indescriptible, indescifrable....y permanece durante cada minuto a espera de vivir, de dar, de sentirlo todo...y lloras, ries, bailas, gritas, sueñas y piensas. Guardas tus sensaciones en un rincón de tu cabeza, a veces lo desempolvas y depende del cartel que le hayas puesto lo sacas o no, lo miras o no, lo revisas, lo vuelves a sentir, lo echas de menos o no y la euforia te vuelve a invadir y la sensación de vivir, de dar y lloras, ries, gritas....piensas otra vez.

El día termina, el tiempo lo mira desde lejos, se mantienen al margen y te deja a solas con él, con ese día que facilmente no se olvida.

Pero el dia termina y tú losabes. Adiós día, adiós despedida.Adiós fin. te guardo con un post-it: "Déjalo volar".

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