13 de junio de 2011

Ausencia

No puedo escribir, las palabras ya han dejado vacíos los significados y su recuerdo ya no crean frases ni atropelladas ideas en mi mente, ya no escribo, porque la luna se esconde y el halo de su luz no me ilumina. Las embellecidas voces de palabras dormidas en mis manos, en mis sueños, en mi corazón..no se despiertan, no suenan y sus colores se apagan lentamente al son de una melodía de redondas descendentes en un pentagrama transparente. 

El eco del silencio aletea en mis oídos y solo alcanzo a distinguir un ruido sordo y seco que no dice apenas, que callado quiere salir para que alguien lo escuche y lo entienda, pero no sale, se esconde.

Qué difícil es la ausencia de palabras y de ideas, qué difícil es no poder decir sin sentir y qué difícil cuando todavía quieres y no puedes, la sensación de nada, el abandono de la fuerza y de la protección que detrás de ellas hay siempre, de sus maravillosas letras chocando entre si, diciendo, explicando, creando..... la ausencia de sus conjugaciones perfectas, de su ritmo que inusitado desprende mil historias.

Las lágrimas de mis dedos notan su abandono, mis pupilas brillan sin recibir su resplandor, las ganas de contar se evaporan sin razón alguna, sin control, dejando atrás la efervescencia de lo cotidiano que se torna ahora pensado, calculado, tímido, asustado. No decir, no pensar, no escribir.

Duermen mis palabras y las acuno con ternura, duermen y su sueño es un murmullo que vuela y planea a mi alrededor, se aleja y retorna, vacilante inquieto y yo no le presto atención, no le sigo, no le miro, lo dejo volar, desvanecerse en un suave y ligero vapor azulado que me abraza.

Sé que me despertaré pero hasta entonces guárdame palabras, guárdame sueños y no te olvides que solo estoy dormida.

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